La constante subida de la luz obliga a buscar alternativas más económicas para enfriar la casa, el aire acondicionado u otros sistemas de ventilación incrementan significativamente la factura. Para quienes prefieren evitarlos les presentamos algunos trucos para paliar un poco el calor.
Cierra las persianas y cortinas para enfriar la casa
La primera regla es cerrar las persianas y correr las cortinas durante el día y abrirlas durante la noche, para que el sol no entre en el interior de la vivienda. Sin embargo, sí que debemos dejar las ventanas abiertas para que el aire circule entre las habitaciones, para lo que también deberemos dejar las puertas de las habitaciones abiertas.
El secreto para mantener una casa fresca sin aire acondicionado está en crear un entorno de sombra en la vivienda lo que permitirá que la temperatura interior disminuya entre 5 y 7 grados. Las cortinas opacas son más efectivas que las translúcidas. Usar telas suaves y blancas contribuye a mantener la frescura.
Enciende aparatos que hagan que el aire de la casa circule
No estamos hablando de ventiladores. Aunque éstos sí que nos refrescan si nos ponemos justo delante de ellos, no enfrían el aire; sólo mueven el que ya estaba caliente. Por lo tanto, los ventiladores no hacen que la temperatura de la casa disminuya, sino que se limitan a empujar el aire. Si, sabiendo esto, decide usarlos, ubicar una botella congelada detrás del ventilador hará que se enfríe el flujo de aire.
Sin embargo, existen aparatos muy parecidos a los ventiladores, llamados “circuladores o purificadores de aire”, que sueltan chorros de aire que se esparcen por toda la estancia y generan una circulación constante de corriente, capaz de enfriar una habitación hasta 4ºC. Cuando la humedad baja, también hay otros aparatos conocidos como “sistemas de evaporación” que contienen un recipiente para almacenar hasta dos litros de agua que se va evaporando con la ayuda de un ventilador que impulsa el agua evaporada hacia arriba. Son capaces de enfriar una habitación hasta 8ºC
Evita las fuentes de calor para que el aire de la casa sea más frío.
Los aparatos electrónicos gastan más energía y generan más calor de lo que nos podemos imaginar. Por lo tanto, mientras más electrodomésticos tengamos encendidos más se calentará el ambiente. Debemos intentar tenerlos apagados en la medida de lo posible, especialmente aquellos que generan más calor, como el horno, la vitrocerámica, la secadora, la plancha, el secador de pelo o las bombillas incandescentes. Si tenemos que usarlos es preferible hacerlo durante las horas de menos calor. Si estamos usando el horno o la vitrocerámica debemos encender la campana extractora, ya que además de disuadir el olor de la comida, absorberá el aire caliente que generan estos electrodomésticos.
Las plantas bajan la temperatura ambiente
Lo ideal es colocarlas juntas y cerca de las ventanas, como si fueran un muro, para que además de crear sombra bajen la temperatura, mediante la transpiración, por la cual el agua se evapora de sus hojas al absorber los rayos del sol.
Recurre al agua para combatir el calor
Además de beber agua regularmente para evitar deshidratarnos, es recomendable ducharse o refrescarse a lo largo del día con agua fría, para que el cuerpo aguante mejor las altas temperaturas. También podemos poner los pies en remojo o mojarnos las muñecas y el cuello a menudo.
Gracias a todos estos consejos conseguiremos disfrutar del verano sin que las altas temperaturas se vuelvan insoportables dentro del hogar y, además, ahorraremos en la factura eléctrica.